~Ron, Whisky, Brandy y el nido de la bestia~
Los
barrios bajos de ciudad del Este… son muy lamentables; vivir día a día sin
esperanzas, este lugar me queda bastante bien.
“creo
que hay que acostumbrarnos a nuestros nuevos nombres ¿no es así? Alexander
Mellers”
“supongo,
aunque sea solo por un tiempo Claude Williams”
“nombres
comunes para personas comunes, ¿deberíamos preguntar por el grupo no crees?”
“mmmm
no lo mejor será crear un alboroto y después que se presenten”
“¡estás
loco! Estamos encubiertos ¿y tú quieres crear un alboroto? ¿Como podría ser que
se mostraran?”
“lo
harán si son lo bastante influyentes deben tener el control de la zona, cualquier
problema deberá pasar por sus manos”
“bien,
debo reconocer que podría funcionar pero podemos poner toda la misión en
peligro”
“pero
si lo hacemos descartaremos sospechas de ser espías no? Es decir un espía nunca
armaría un lio en primer lugar”
Mustango no podía fingir no estar asombrado,
Edward sabía más de lo que él había llegado a pensar, y parecía tener alta
experiencia en entrar a diferentes grupos.
“¿cuándo
te volviste tan bueno para hacer tu trabajo renacuajo?”
“cuando
aprendí que debía cubrirle el trasero a cierta persona, y porque quiero
terminar con esto rápido”
“no
se de quien estás hablando, pero sí, hay que terminar esto pronto y ¿como se
supone hagamos un alboroto sin que se den cuenta de que somos militares?”
“primero,
yo no soy militar; segundo, del lio me encargo yo.”
Una sonrisa de satisfacción de fijo en el
rostro de Edward aunque el coronel tuviera mucha experiencia haciendo
diferentes tipos de misiones militares las misiones encubierto son algo de lo
que no sabes que esperar; Edward se encontraba en su elemento.
Un
lio… la forma más fácil de hacerlo sería en una taberna o algo similar, aunque
hacerlo en la calle puede ser más eficaz.
“bien
Claude, haremos esto; acércate”
Edward hizo señas a Mustang de acercarse, al
ser más bajo el otro tenía que acercarse bastante para que los demás no
escucharan su plan sin embargo, Edward no dijo ningún plan y se limitó a
empezar una pelea física en plena acera pública.
Al principio el coronel no parecía tener
idea de que hacer talvez los golpes o la vergüenza y preocupación que sentía le
nublaba un poco la razón pero después se acomodó al inesperado plan de Ed.
“Qué
demonios crees que haces enano… me las pagaras por esto”
“ah sí?
¿Quien fue el que empezó con todo esto eh?”
“fuiste
tú idiota, no me vengas con culpas”
“ha!?
Como si no tuviera razón alguna para hacer esto”
Los golpes cada vez se hacían más fuertes el
que no se llevaran bien ayudaba en sobremanera a que la pelea pareciera real,
Edward se divertía; siempre estaba ansioso por darle una pequeña paliza al
coronel Mustang y no desaprovecharía esta oportunidad, lo llevaría al límite;
el estar encubiertos les daba una gran libertad al momento de decir mentiras y
esto a Edward le animaba, podía pasarse todo lo que quisiera una vez dicha no había
vuelta atrás y había que seguir con ella.
Esta
misión podría quitarme un poco este estado de animo tan deprimente que tengo,
supongo que estará bien jugarle unas cuantas buenas bromas al coronel.
Su pequeña pelea llamaba cada vez más la
atención, bloqueaban el paso y los conductores se detenían para no atropellar a
nadie; en verdad se estaba armando un gran lio.
“oigan
ustedes dos, ¿que creen que hacen?”
Una voz ronca muy autoritaria les llamo.
“él
tiene la culpa”
“yo
no he hecho nada”
“pero
que dices Claude eres un idiota”
Esa persona se acerco era bastante alto y
fornido fácilmente podría apagarles las luces a ambos por hacer un escándalo,
los tomo de los brazos y los arrastro a un callejón cercano.
Edward esperaba con impaciencia su siguiente
movimiento había un sinfín de posibilidades.
En el callejón había una puerta, al parecer
de un negocio de mala muerte.
“jefe,
estos desconocidos estaban haciendo un alboroto en la acera”
El llamado ‘jefe’ se volteó en su asiento,
dirigiéndoles una mirada inquisitiva.
“nunca
los había visto, ¿no son de por aquí cierto?”
“no,
estamos en busca de unas personas”
Ed respondió rápidamente si quería que todo
saliera como él quería debía evitar que Mustang hablara, el coronel palideció
ante las palabras de Ed; prácticamente hacia dicho la misión que tenían a la
primera pregunta.
“¿y
que personas buscan? Puedo ayudarles si
tienen dinero; después de todo de esta ciudad yo soy el jefe”
Tenía una sonrisa en su rostro se le veía
bastante confiado de su posición, él era a quien buscaban.
Lo
encontramos muy rápido, ahora el siguiente paso.
“vera
´jefe´ estamos bastante inconformes con nuestra situación, no nos agradan los
de arriba; escuchamos unos rumores de que aquí habían muchas personas como
nosotros así que venimos a buscarlas”
“ya
veo, en ese caso las has encontrado chico; ¿dónde escuchaste los rumores?”
“venimos
desde el oeste, son bastante escuchados por los barrios bajos y pequeñas
tabernas”
“mmm…
supongo que cada vez ganamos más fama, ¿no es genial John?
El ´jefe´ se dirigía al hombre que los llevo
allí, también formaba parte de la ´organización´
“puede
ser peligroso, no creo que los de arriba se queden con las manos cruzadas”
“tienes
razón en ello, es la primera vez que viene a buscarnos; ¿cuáles son sus
nombres?”
“yo
me llamo Alexander Melles”
“Claude
Williams”
“bien
no puedo confiar tan fácilmente en ustedes, por ahora hablemos un poco más ¿les
parece?”
“claro,
de todas maneras estamos muy interesados y no hay nada que esconder”
“me
gusta tu actitud Alex, ¿tu compañero no habla mucho verdad?”
“eh…
es bastante tímido, pero ya se acostumbrara cuando lo hace habla sin parar”
“hahaha,
si ese tipo de personas son raras pero muy buenas; les invito una ronda ¡beban!”
“no
creo que sea buena idea, al menos para mí; aun soy muy joven”
“jajaja,
que lindo; eso no importa ¡hazlo!”
“está
bien”
Urgh,
espero no pase nada soy muy malo con esto del licor.
Una ronda fue repartida a todos los hombres
en la taberna, Mustang veía como el pequeño Ed cada vez se ponía peor al
principio simplemente estaba demasiado feliz y ahora parecía estar embobado,
todo en cuestión de una tarra de ron.
Mustang no pudo evitar recordar que en
verdad era un mocoso, ahora con Ed fuera de combate le tocaba a él cubrirlo.
“En
verdad no es muy bueno con esto ¿no es así?”
El jefe señalo a Ed que hacia pucheros y se
colgaba de la mesa.
“no,
nunca lo ha sido después de todo sigue siendo un niño”
“es
verdad, y ¿cuáles son sus intenciones al buscarnos? El enano dijo algo de que
estaban inconformes ¿con que exactamente?”
El jefe parecía bastante interesado en sus
intenciones, su actitud demostraba que aún estaban en un periodo de prueba por
así decirlo; aun no confiaban en ellos completamente.
“muchos
de nuestros derechos han sido violados por los militares, esa opresión no me
parece verdadera libertad; por eso queremos ayudar a quienes quieren cambiar el
país”
“es
una razón bastante simple pero a la vez es bastante importante si el actual
gobierno no puede garantizar ni siquiera el sentimiento de libertad en los
ciudadanos no merece el poder que al pueblo corresponde”
Al parecer no era solo una pequeña banda
terrorista, tenían una muy buena idea de lo que estaban haciendo.
Esto tenía un poco preocupado al coronel no
estaban tratando con gente estúpida, debió ser esa la razón principal por la
que fueron enviados.
“tiene
usted un gran sentido de la justicia jefe, a todo esto ¿cuál es su nombre si me
deja saber?”
“con
jefe es más que suficiente abandone mi nombre hace ya mucho y cuando me decidí
a empezar este movimiento reafirme ese sentimiento”
“ya veo… es usted una persona con un propósito muy
claro jefe en verdad admiro ese tipo de tenacidad”
“mph,
el enano tenía razón cuando empiezas a hablar no paras aunque eres una persona
muy interesante Claude, piensas muy bien antes de hablar y pareces tener un
motivo muy claro al venir aquí; creo que confiare un poco en ustedes”
“¿enserio?
Gracias, en verdad aprecio mucho eso; nosotros que venimos desde tan lejos
apreciamos mucho su sentido de amabilidad”
“eres
bueno para las palabras a pesar de permanecer callado casi siempre ¿no es así?
Creo que serás de mucha ayuda a nuestra causa y pues el enano hará que no sea
aburrido”
“es
muy bueno para varias cosas aunque no quisiera admitirlo”
“otra
cosa Claude, no somos una organización cualquiera debes saber eso ya ¿no es
así?”
“supongo
que sí, ¿podría ser más claro?”
“a
diferencia de otras organizaciones nosotros no perderemos contra el más grande
poder del gobierno los Alquimistas Estatales, porque todos aquí podemos usarla
es algo que es prácticamente necesario para entrar si no saben cómo usarla
podemos enseñarles”
“a
eso se refería jefe, si sabemos de eso y en efecto podemos practicar alquimia”
“Ohhh,
¡muy bien! Mañana podemos medir su fuerza en un combate, después decidiré sus
trabajos”
“¿hay
diferentes divisiones?”
“si,
los que se encargan de buscar más gente para nuestra organización y los que se
encargan de eliminar a los que se oponen a nuestra organización”
“con
ese sistema deben estar manteniéndose casi sin problemas ¿me equivoco?”
“mmm
así es, estamos muy bien organizados sería muy difícil acabarnos cuando hemos
crecido tanto, incluso si los jefes o incluso yo ya no estamos siempre habrá
alguien más de la organización para tomar nuestro lugar”
El trabajo era más complicado de lo que el
coronel Mustang creyó, una organización perfectamente estructurada con una gran
potencia de ataque e influencia en los pobladores era lo suficiente mente
grande y poderosa para poner al gobierno a la defensiva; era casi seguro que no
eran los únicos en este caso.
“jefe,
¿conoce usted alguna posada en donde podamos quedarnos? Llegamos recién hoy y
no hemos buscado ningún lugar”
“si
conozco una, por cierto ¿por que estaban peleando? No parecen llevarse mal”
Mustang se puso un poco nervioso, pensó que
el jefe lo había olvidado; esta vez le tomo desprevenido y debía pensar en una
excusa que fuera lo suficiente mente creíble.
“todo
es culpa de Alex”
“oh…
el pequeño Alex ¿eh? ¿No sabes la razón?”
“la
verdad no, no dije nada que pudiera molestarlo creo”
“preguntémosle
entonces dicen que los niños y ebrios siempre dicen la verdad, que tan sincero
puede ser un niño ebrio me pregunto”
“puede
ser interesante, Alex despierta”
“¿qué
quieres perro faldero?”
“¿perro
faldero?”
“aún
no se el porqué del sobrenombre”
“haha,
y yo que creí que se conocían muy bien; oye Alex ¿porque le dices perro
faldero?”
Ante esta pregunta Mustang entro en pánico
si Edward respondía algo relacionado a la milicia estaban acabados, solo podía
esperar a su respuesta para entrar en acción.
“¿ha?
¿Perro? Porque soy su pulga por eso”
“hahahahaha,
no me esperaba esa respuesta; no sabía que tenían ese tipo de relación lo
siento”
“¿eh?
¿A qué se refiere jefe?”
“Alex
lo dijo ¿no? Él es TU PULGA, si ese es el caso se dé un lugar donde pueden
quedarse sin preocuparse por eso; es el lugar donde John y yo vivimos vengan yo
los guio”
Mustang estaba aliviado, Edward no dijo nada
comprometedor y ahora estaba completamente dormido. Aun así tenía la sensación
que el jefe había malentendido algo, aunque aún no sabía que exactamente.
“ah sí
gracias aunque no sé cómo me llevare a Alex”
“te
ayudo con las maletas, ¿John puedes llevar al enano?”
“no
soy enano…”
“¿Aún
está despierto?”
“no
creo, a donde vamos le dicen enano creo que hasta sueña con ello”
“pobre,
debe ser frustrante bien ¡vamos!”
“oye
este enano pesa bastante, ahora entiendo a qué se refería Claude”
“¿es
pesado? Debe serlo mucho para que lo sientas, ¿por qué Alex es tan pesado?”
“tiene
dos auto mail, un brazo y una pierna por ese peso extra es que no puede crecer más”
“debe
usar unos de un metal muy pesado, son más resistentes pero ese es su efecto
secundario los míos son de titanio”
“¿usa
auto mail jefe?”
“si
mis piernas, nací sin ellas pero gracias a los auto mail ahora puedo caminar y
derrocar gobiernos”
“aún
no lo hemos derrocado jefe, nos vamos el enano si pesa”
“haha,
si”
“gracias,
no esperaba tanta amabilidad, después de todo somos extraños”
“no
son tan extraños, tenemos bastante en común ¿no es así John?”
“algo
así”
Al parecer enviar a Edward a ese lugar había
rendido sus frutos, el jefe del sector ahora les tenía bastante confianza;
Mustang reconoció que el plan de Ed tuvo unos muy buenos resultados.
“es
lindo este lugar, muy espacioso”
“gracias,
es nuestra casa; John pon a Alex en el cuarto de huéspedes; ven Claude”
“si,
aunque me siento un poco incómodo no sería mejor una posada o algo lamento
molestar”
“no
son molestia, además en las posadas no los dejarían ser; sabes a lo que me
refiero ¿no es así?”
“la
verdad no, jefe”
“hay
un límite sobre cuán cabeza dura puedes ser Claude, esta es su habitación par
de tortolos”
“¿¡t-tortolos!?”
“no
hay necesidad de esconderlo, tu eres el perro y Alex la pulga ¿no es así? Lo
entendí fácilmente después de todo yo soy un neko”
“¿neko?”
“si,
John es un tachi, o ¿no lo conocen así en el oeste? No pensé que ese tipo de
cosas cambiara tanto con la geografía”
“ah sí…”
“ok,
aquí no tienen que preocuparse después de todo en esta casa el afecto entre
hombres no está prohibido”
“…
gracias”
Sin duda el jefe había malentendido la
respuesta de Edward en aquella ocasión, Mustang ahora entendía él porque del
trato tan amigable con ellos después, no entendía por completo lo de neko,
tachi y eso pero tenía una idea a que se refería, ahora para el jefe ellos eran
una pareja si desmentía esto podían quedar al descubierto arruinando toda la
operación; estaban en la casa del jefe, podía conseguir más pruebas y todo lo
que necesitaba para arrestarlos en menos tiempo, ahora solo tenía que lidiar
con la situación en la que habían mentido.
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