lunes, 15 de diciembre de 2014

Mision salvaje parece capitulo 4

~Bromas pesadas~

De alguna manera Roy Mustang fue capaz de arrastrar el cuerpo medio dormido de Edward Elric hasta la casa del jefe de una organización terrorista que debían aniquilar cuanto antes.
El legar no había sido fácil, el enano era muy pesado con dos auto mail de acero puro en su cuerpo; con su último esfuerzo logro colocarlo sobre la cama que ahora compartían gracias a un desliz de cierta pulga.
“Alex, ni creas que saldrás vivo de esta…”
Una mirada lasciva se posó en los negros ojos del Coronel, había hecho algo muy vergonzoso para callar a Ed momentos antes; sabía que el rubio se convertiría en un torbellino de furia cuando se enterara de lo que paso, pero era eso o poner en peligro toda la operación en la que iban relativamente bien.
Era el momento de la venganza, Ed había estado haciendo de las suyas todo este tiempo; Mustang también quería participar.
Empezó a sacarle la ropa a Ed poco a poco sin que este se despertara dejándolo solo en ropa interior, hizo lo mismo con la suya y se metió a la cama esperando a la mañana siguiente poder presenciar una divertida reacción de Ed.

La noche anterior había sido bastante alocada, al jefe se le ocurrió doblar la cantidad de licor con la que Ed había sido sacado de combate; al escuchar esto Ed se alivió, pensó que con el doble del licor estaría tan dormido que parecería un muerto, sib embargo, tuvo el efecto contrario no solo no estaba dormido estaba muy hablador a un nivel muy peligroso.
Mustang se había despertado antes que Ed por alguna extraña razón, le dio crédito a la emoción que sentía por ver la cara de Edward cuando despertara más aun cuando se percatara de la pequeña broma que le había jugado.
“si ponemos tu cabello aquí…. ¡Listo! Pareces una chica, hahahaha”
El Coronel se estaba divirtiendo, jugando con el cabello de Ed; esperando el momento en que despertara.
“mmn… hace cosquillas Al…”
“Alex despierta”
“… ¿Qué…?”
“tienes que levantarte, despierta”
“perro…”
“Alex…”
“ya, ya estoy despierto ¿ves?”
Edward tenía un poco de resaca, su organismo no estaba acostumbrado al licor; se sentó en la cama perezosamente quitándose el cabello de la cara y restregando sus ojos.
“¿ya estas despierto?”
“si… ¿por qué no tienes nada puesto? ¿Dónde está mi ropa?”
“por allí….”
Mustang estuvo esperando este momento con ansias, tenía mucha curiosidad de la reacción que Ed podría tener; sabía que para todo hay un límite pero era demasiado divertido el ver su pequeña cara de sorpresa y terror, quería ver más; haló a Ed de los hombros y lo abrazo contra si acariciando el cabello rubio con sus manos, sentía la agitada respiración y violentos latidos de Ed contra su pecho; cuando le pareció suficiente le soltó.   El resultado fue mejor de lo que creyó, tenía a Edward completamente sonrojado y avergonzado, una vista que valía oro.
“¿qué pasa? ¿Ya se te olvidó todo?”
“¡…!”
Edward le miraba con los ojos en blanco como si estuviera procesando todo lo que acababa de pasar, Mustang se compadeció un poco del pobre chico ya se había divertido lo suficiente; debía acabar con su pequeña broma.
De Edward nunca se sabía cuál sería su reacción, podrías pensar que se enfurecería y terminaba avergonzado; esa era la razón principal por la que el Coronel tenía por hobby el jugarle algunas bromas.
“Alex, lo siento yo… ¿eh?”
Fue demasiado lejos, esperaba muchas reacciones pero definitivamente no se esperaba lo que estaba viendo; Ed estaba pálido con los ojos llorosos, estaba a punto de llorar.
“yo…no… ¿o sí?”
“nada Alex, lo siento no llores”
“…maldito bastardo”
“si si, vamos es hora de levantarse… aunque, en la taberna tuve que silenciarte insecto”
“¿silenciarme?”
“si, estabas molestando a todos con tus estupideces, más a mi”
“… ahhh lo siento, pero no puedo evitarlo ya no quiero entrenar más creo que moriré si sigo así”
“no morirás, pero harás que nos maten; por cierto te silencié así”
Mustang se agacho a la altura de Ed y le dio un beso, más pequeño y casto que el de la taberna. Parecía que la cara de Edward se incendiaría a causa del alquimista de fuego.
“voy a asesinarte estúpido perro”
“tú tienes la culpa, me haces hacer todo esto en público”
“¿p-publico?”
“¿te deje más idiota o qué? En la taberna anoche durante tu entrenamiento”
“voy a matarte y luego moriré”
“¿suicidio de pareja? Interesante…pónganse algo de ropa y bajen a comer tortolitos”
Se quedaron quietos como estatuas el jefe de nuevo había estado escuchando toda su conversación sin que se dieran cuenta, solo les quedaba esperar a que no desconfiara de ellos aunque casi todas sus conversaciones eran estúpidas y parecían ser inocentes.
“gracias, buenos días”
“hehe buenos días hoy les tengo su primer trabajo”
“¿de verdad?”
“si Alex me gusta que estés emocionado… recuerda lo que te dije, no te andes poniendo asquerosamente lindo cerca de John”
“n-no lo hare… “
“eso espero”
Bajaron a desayunar los últimos días habían estado sosteniendo una pequeña rutina John y Mustang preparaban el desayuno mientras el jefe trataba de molestar a Ed.
“y a todo esto Alex ¿quién es la mujer de la que hablabas ayer?”
“no recuerdo que paso ayer… no podría decirle jefe”
“seguramente estabas hablando de tu mecánica y de su perro, no se me ocurre nadie más”
Mustang trataba de cambiar el tema, el nombre Riza Hawkeye no debía salir a la luz.
“puede ser… la verdad no recuerdo mucho… jefe ¿tengo que seguir con el entrenamiento? Moriré si sigo así”
“pero que dices, si eres muy divertido cuando estas ebrio; la mejor parte es cuando haces enfadar a Claude, se ven tan lindos”
“…no me gusta, después me hace bromas pesadas en venganza”
“¿como la de hoy en la mañana?”
“si…”
“te veías bastante lindo tan sonrojado, si te pones así siempre debe ser irresistible jugarte bromas. Pero… pareces demasiado sensible e inocente no me digas que aún no lo han hecho”
“¡…yo…no aun no!”
“awww que amor tan platónico, ¿Claude si tanto te gusta porque no lo has atacado?”
“sigue siendo un mocoso y tiene el tamaño de una mosca… lo rompería”
“¡no soy un mocoso y no parezco mosca!”
“¿entonces quieres que te rompan?”
“eh… no, ¡definitivamente no!”
“ya déjalos jefe, Claude tiene razón al esperar solo míralo”
“¿y lo defiendes? John…”
“controla esos celos de perra que no te quedan”
“…si claro”
Silencio incómodo. No había otra manera de describir aquello, Mustang seguía bebiendo de su té mientras veía al jefe lanzando miradas amenazantes a un Ed que se veía muy incómodo. Acababan de presenciar o más bien provocar una pequeña pelea entre sus superiores.
“bien Alex si ya terminaste tengo trabajo para ti”
“si… John, ¿qué tengo que hacer?”
“hay un par de sujetos… militares rondando por aquí solo debes mantenerlos vigilados; síguelos, pareces un niño así que no sospecharan de ti”
“es sencillo, puedo hacerlo”
“eso espero, y luego prepara un informe detallado de todo lo que viste”
“si”
“ven conmigo te diré mas en el camino y jefe… ¿tranquilo si?”
“está bien…”
El jefe se quedó un poco más tranquilo con esas palabras. Esos ataques de celos por parte del jefe a quien sea que se moviera cerca de su John parecían ser comunes, John estaba muy acostumbrado a ellos y sabía lidiar con un jefe celoso perfectamente.
Edward tenía un trabajo que hacer, si l hacia bien ganaría más confianza y podrían acercarse a lo que necesitaban. Hasta ahora no tenían pruebas contundentes que pudieran llevar a esos dos a prisión, Mustang quien manejaba la información tenía más oportunidades de conseguir algo lo suficientemente bueno como para arrestarlos.
“¿Qué tengo que hacer jefe?”
“por ahora… limpiaras el almacén de archivos”
“bien… ¿dónde está?”
“es nuestro sótano, tengo unas cosas que hacer; quédate y hazlo volveré más tarde”
“entiendo”
“eres bueno para seguir ordenes… me agrada”
“gracias creo”
Limpiar el sótano de archivos, era la oportunidad perfecta; si encontraba algo comprometedor podía acabar con todo esto antes de lo que siquiera imaginaron.
Mustang se dirigió al sótano de la casa no parecía tener tantos archivos como él pensó, pero si lo que necesitaba tenían planes, cartas y esquemas de actividades algunas ya realizadas con unas cuantas hojas de esto y podrían ser juzgados limpiamente.
Todo estaba yendo muy bien, talvez demasiado bien.
Tomo los papeles y los escondió en sus bolsillos, la puerta por donde entro ya no se encontraba allí. Había caído perfectamente en la trampa.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Mision salvaje aparece capitulo 3 parte 2

~Momentos desesperados requieren medidas desesperadas~

Habían salido de la casa en la que ahora compartían con el mismo jefe de la organización que debían acabar, tal parecía que la pequeña taberna de la noche anterior era su punto de reunión y centro de operaciones.
“bien chicos primero tenemos que saber para qué son buenos, pueden usar alquimia pero ¿son solo alquimia bruta o tienen algo de eso? Claude, tu estarás en la división de manejo de información y afiliación ¿ya sabes para que es no? Y Alex… no sé si seas bueno para tratar a la gente, eres astuto puedo notarlo pero solo eso no es suficiente tendrás un combate con… John y después decidiré si incluirte en la división de asalto o tenerte como mi bufón”
“¿puedo usar alquimia en combate verdad? Esto no será difícil no seré el bufón de nadie”
“Alex ven”
“¿Qué quieres Claude?”
“recuerda los círculos idiota”
“…como podría olvidarlo”
“Alex no me digas que olvidas como hacer círculos, John te aplastara sin piedad”
“no es eso… ¿comenzamos?”
“está bien, vamos afuera”
Se dirigieron por la taberna la cual era más grande de lo que parecía con muchos pasadizos secretos y salidas de emergencia, utilizando uno de tantos caminos llegaron a un terreno baldío muy grande; perfecto para un combate de prueba.
Edward se quitó su chaqueta y guantes, tomo un trozo de tiza y dibujo en su auto mail un circulo de trasmutación, de esta manera no tendría problemas al dar explicaciones de cómo podía usar alquimia sin círculos.
John le recordaba un poco al mayor Armstrong, aunque tenía más o menos la altura de Al, no tendría ninguna desventaja en cuanto a ello después de todo estaba acostumbrado a pelear con su hermano.
“cuando quieran chicos, ven Claude protejámonos eso puede ser peligroso más con alguien impredecible como Alex, no te noto preocupado pareces tener confianza en que el enano sabe luchar”
“está acostumbrado a meterse en peleas con ese carácter explosivo suyo, tiene experiencia recibiendo palizas no tengo de que preocuparme”
“hehe yo que tu estaría muy preocupado, John puede ser un poco serio; no le gusta perder”
“a Alex tampoco, creo que será una pelea interesante”
“eso espero, mi mejor hombre contra el enano si no puede conectar ni un solo golpe no podrá contra un alquimista estatal; después de todo no los lanzare a la muerte segura la división de asalto son lo mejor de nosotros”
“de esa división se encarga John no, ¿me equivoco?”
“eres muy perspicaz Claude serás de mucha ayuda, sí, yo me encargo de la información y John de las pestes; cada quien en su elemento”
“¿no quieres probar estar en la división de asalto Claude?”
“no gracias, se me da mejor el manejo de las masas”
“sabía que dirías algo así”
Ed estaba completamente preparado para el combate, solo esperaba a que John diera el primer movimiento; aunque este parecía esperar lo mismo de él. Era una batalla silenciosa de dos personas acostumbradas al combate cuerpo a cuerpo, no había necesidad de apresurarse ni de actuar por impulso eran oponentes desconocidos, nunca sabrías cuando podrían sacar un as bajo la manga.
Edward se adelantó en el primer movimiento era algo que no le gustaba particularmente pero estaba bien con todo, la batalla había iniciado en un combate de fuerza bruta y técnicas de combate, Ed no mostraba cansancio alguno, ni siquiera se veía el hecho que estaba en una desventaja física la cual compensaba con su velocidad.
Poco a poco ambos oponentes empezaron a familiarizarse con el otro, un destello de luz cegadora dejo a Ed aturdido por un momento, no tenía idea que había sido eso pero era muy potente y podía dejarlo descubierto.
Ed junto ambas manos y convirtió su brazo derecho en un arma afilada, ninguno de los dos quería perder y estaban muy parejos en resistencia y técnica.
Pero el demandante ritmo de la batalla comenzó a tomar efecto en Ed, tenía que moverse más rápido para no ser golpeado vilmente por cualquiera de los robustos brazos de John, un destello de luz sumamente potente como el anterior le cegó la vista; un golpe fue lo que basto para vencerlo.
El alquimista de acero había sido derrotado, la diferencia física y la limitación de Ed al utilizar alquimia sin que notaran su habilidad habían pasado factura.
“awww, termino… hay que darle crédito al enano resistió más que la mayoría de sujetos que han intentado vencer a John; aunque no fue suficiente un golpe y afuera hehe ¡buen trabajo John!”
“dio el primer golpe… no tenía muchas oportunidades de ganar”
“que malo eres Claude deberías correr con tu pulga a revisar que no esté muerto, es tan pequeño que fue aplastado sin misericordia”
Mustang no se precipito ante esas palabras, Edward había sobrevivido a peores cosas algo como esto no le haría ni un rasguño.
“alquimia de luz… que rara e interesante muy útil también”
Mustang mascullaba mientras se acercaba a Edward que estaba tendido boca arriba, como pensó no se encontraba inconsciente ni mal herido solo se veía infeliz.
“levántate Alex, no puedo cargarte”
“eso es porque eres un viejo verde”
“dejarse ganar eso debe doler más que cualquier golpe”
“Alex no es un genio  alquimista estatal esto es lo máximo que alguien común podría hacer”
“no creí que tuvieras lo necesario para dejarse vencer de esa manera, después de todo odias perder”
“odio perder contra ti, Claude”
“¿qué tanto hablan chicos? ¿Puedes pararte Alex?”
El jefe parecía un poco preocupado parecía que su querido John había mal herido a muchos con un poco de su fuerza y el pequeño Alex había recibido un golpe muy fuerte.
“si estoy un poco mareado pero creo que fue más por ese destello”
“ese destello es la alquimia de John muy interesante ¿no crees?”
“si mucho, aunque no quiero verla tan de cerca nuevamente”
“hahaha si lo que sigue al destello es un dolor agudo ¿no?”
“me han golpeado peor”
“oh… en verdad te quería como mi bufón… pero tengo que ponerte en la división de asalto no puedo darme el lujo de desperdiciar ese talento tuyo”
“gracias supongo, lo ve jefe no seré su bufón”
“es una lástima estoy seguro que nos hubiéramos divertido mucho”
“no hay nada más divertido que eliminar pestes”
“esa es la actitud muchacho, regresemos a la taberna tienes que entrenar”
“¿entrenar?”
“si, mis hombres no pueden perder frente a un tarro de ron y aunque aún no parezcas un hombre te entrenare”
“… no me gusta esa idea”
“me lo agradecerás algún día Alex”
Ed tenía que evitar el soltar algo comprometedor mientras no estuviera completamente consciente, en verdad quería evitar el embriagarse de nuevo la última vez les llevo a una situación incómoda solo podía esperar que tuvieran más suerte esta vez y que se durmiera en el acto.
Mustang soltó un suspiro de resignación, tendría que estar muy pendiente de lo que Ed pudiera decir estando ebrio ya habían llegado muy lejos en poco tiempo y no quería perder todo ese avance.
Regresaron por el mismo camino por el que llegaron allí, la taberna y sus pasadizos eran de mucha utilidad, al momento de un ataque por parte de los militares podían fácilmente dispersarse entre todos ellos.
“¡una ronda para todos en honor al nuevo pequeño miembro de la división de salto!”
El jefe estaba contento, no muchos entraban a esa división después de todo, no con un casi imposible examen de ingreso”
“pequeño…”
“cálmate Alex, más te vale no decir nada raro”
Mustang le dirigió a Ed una mirada fría, no quería que lo que paso la última vez se repitiera.
“ya lo sé pero no es como si pudiera evitarlo”
A pesar de esperar un golpe de suerte no fue así, Edward de nuevo estaba completamente ebrio; y hablaba incoherencias sin parar, de vez en cuando mencionaba a Al y su problema de los gatos o solo se quejaba de la leche, era una vista muy divertida para Mustang pero la más mínima mención de alguien en los cuarteles de central los ponía en peligro.
“lo trata como a su hijo, ese perro faldero… ella lo trata como a su hijo….”
“¿de que hablas Alex? dime más”
Esa oración llamo la atención de Roy, estaba hablando de la teniente Hawkeye.
“ella es muy buena… ¿por qué no es mi mamá mejor?… ¿por qué del perro?”
“¿de quién hablas Alex?”
Mustang seguía bebiendo al contrario de Ed estaba bastante acostumbrado a beber fácilmente  tres botellas del mejor wisky sin inmutarse.
La conversación debía terminar allí si no querían ser descubiertos.
“Alex ven aquí”
“eh… no quiero Mus…”
Mustang jalo a Ed hacia donde él estaba, la situación con Edward ebrio empeoraba cada vez más; casi llamaba al Coronel por su apellido.
“¡Alex!”
“¿Qué?... solo estoy diciendo lo buena que es la teni…”
De nuevo Mustang se vio en la necesidad de interrumpir a Ed, si seguían así más tiempo podían comenzar a sospechar de ellos.
Puso sus manos en las mejillas de Ed y lo silencio con un beso, frente a la vista de todos en el lugar.
“ohohoho Claude no sabía que podías ser tan necesitado; ¿por qué no regresan ustedes primero? si Alex se duerme será un dolor en el trasero llevarlo hasta allá”
“eso no es mala idea pero… ¿jefe está seguro de dejarnos regresar solos? No es nuestra casa después de todo”
“no te preocupes por eso Claude, ¿somos compañeros no? No hay problema alguno; ten estas son mis llaves”
“…gracias”
Mustang tomo las llaves de las manos del jefe y llevaba arrastrado a Ed que no paraba de reír y que apenas podía mantenerse en pie.
Salió de la taberna en dirección a la casa del jefe y John. Edward era muy pesado pero al no estar completamente dormido no era un peso muerto.
“ahhh, ¿te das cuenta de lo que me haces hacer insecto? Esto si te saldrá muy caro”
“no me mates… Winry…”
“no lo hará ella, lo hare yo”
Edward se limitaba a balbucear en sueños mientras Roy lo llevaba a la casa, ese día también no habían sido descubiertos.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Mision salvaje aparece capitulo 3 parte 1

~Momentos desesperados requieren medidas desesperadas~

Mustang cerró la puerta tras él, Edward estaba completamente dormido en la cama; una sola cama para ambos, tenía que poner al tanto a Edward de la situación en la que ahora estaban, el estar en casa del jefe era un arma de dos filos, podían conseguir más fácilmente las pruebas pero estarían bajo la atenta mirada del jefe y su pareja; era como estar en el nido de la bestia.
“mira en que lio nos has metido pulga, definitivamente eres un genio para esto”
Mustang susurro a Edward quien solo se removió. Las sospechas de ser espías eran casi nulas ahora tenían plena confianza y debían trabajar con cuidado.
“no más gatos Al…”
Edward hablaba mucho en sueños Mustang jamás lo hubiera imaginado, era como ver dormir a un niño pequeño e indefenso.
Acomodo un poco a Ed para dormir, estaba cansado el viaje desde central al Este era largo; se metió delicadamente en las sabanas tratando de no despertar a Ed, apago la lámpara y dio por terminado ese día tan alocado.

“vamos despierta, ¡Claude despierta!”
Edward trataba de despertar a Mustang con todas sus fuerzas si hace una semana le hubieran dicho que ese tipo dormía como un muerto jamás lo hubiera creído pero así es como era.
“eh… ¿Quién? acero… no molestes”
Mustang tenía el sueño muy pesado, y aun no se había acostumbrado a su nuevo nombre.
 “shhh soy yo Alex, Claude despierta de una buena vez”
Edward había llegado al límite de su paciencia, Mustang no parecía tener la más mínima gana de levantarse; se sentía incómodo sabía que el día anterior le habían hecho tomar licor en lo cual era muy malo, por un momento al despertar y verse en la misma cama que el coronel su corazón se detuvo; pero debía preguntarle porque estaban durmiendo en la misma cama y donde rayos estaban.
Ed quito el guante de su auto mail y con el acero frio toco la espalda de Mustang quien efectivamente despertó de golpe al sentir el frio del metal en su piel.
“¡¿qué crees que haces E…!?”
Mustang se detuvo, casi llamaba a Edward por su nombre.
“¿Qué crees que haces tú Claude? te estoy despertando desde hace mucho”
“lo siento Alex…”
“bien primero podridas decirme ¿dónde rayos estamos?”
“estamos en casa del jefe, te quedaste dormido y el amablemente nos trajo a su casa”
La sonrisa y el tono de Mustang daba un mensaje claro ‘lo arruinaste pequeño idiota no preguntes más’.
“oh, ya veo y… ¿Por qué estamos en la misma cama?”
“oh eso es porque el jefe descubrió lo nuestro y para que no tuviéramos problemas en alguna posada nos trajo a su casa”
“¿n-nuestro? ¿De qué hablas?”
“ya sabes que tú y yo estamos juntos eso.”
Edward no sabía muy bien a que se refería Mustang pero lo mejor era no preguntar más y seguir la corriente, no tenía idea de que tanto pudo haber dicho la noche anterior cuando estaba ebrio; lo único que podía hacer era asentir a todo, después de todo si estaban en la casa del jefe y desconocía cuando podían estar escuchándolos.
“oh… ¿fue mi culpa? Lo siento Claude debió ser incómodo”
“está bien, el jefe no se lo tomo mal después de todo”
“eso es bueno… ¿no dije nada malo?”
“no, estabas completamente dormido dijiste muy poco pero fue lo suficiente como para que nos descubrieran renacuajo”
“¿que dije?”
“eh… que eres mi pulga solo eso”
“….”
“no te preocupes Alex y ya verás no hay que….”
Su pequeña conversación fue interrumpida, el jefe estaba de pie en la puerta; era su casa pero había entrado sin tocar a la puerta.
Mustang y Ed tenían que tener mucho cuidado si no querían que el jefe descubriera su pequeña farsa.
“lamento interrumpir su amorosa charla matutina pero es hora de desayunar, bajen y les pondré al tanto de lo que harán hoy. Y Alex no te preocupes ese tipo de cosas en esta casa son normales no te pongas tan condenadamente lindo y sonrojado que soy una persona muy celosa con John”
“si jefe… lamento las molestias”
En efecto habían sido escuchados, la situación era más complicada de lo que ellos hubieran querido.
“bajaremos en un momento gracias”
“ok, hoy probaran la comida mas deliciosa del mundo”
“¿enserio? Tengo mucha hambre”
“eso te pasa por dormir sin cenar Alex”
El jefe no parecía mala persona, pero si los de arriba les habían ordenado el apresarlo tenían que hacerlo.
“espero no hacerlo de nuevo”
“si si, arréglense y bajen”
Edward ahora comprendía un poco mejor la situación e jefe y John eran pareja y creían que él y Mustang eran una, eso solo complicaba un poco las cosas pero no era algo completamente malo al menos para su misión.
Se arreglaron un poco y cambiaron de ropa, el olor de la comida recién hecha era bastante agradable tal parece si podía llegar a ser la mejor comida del mundo.
Bajaron al comedor donde el jefe les esperaba sentado en la mesa con un periódico y una taza de café.
“buenos días”
Mustang saludo a John quien estaba cocinando el desayuno.
“buenos días Claude, ¿no tuvieron problemas para dormir?”
“ninguno gracias por preguntar, ¿puedo ayudar en algo?”
“puedes pasarme los platos, sírvete algo de café si quieres”
“gracias”
Edward y el jefe observaban a ese par, ninguno de los dos hablaba mucho y de pronto se llevaban bastante bien, era un poco raro pero al menos agradecían el no tener que mover ni un dedo.
“Alex ¿quieres leche? ¿O prefieres café?”
John le pregunto con la misma cara de póker que siempre llevaba.
“yo...”
“no toma leche”
Mustang interrumpió a Ed, supuso que no quería molestar y terminaría aceptando cualquiera aunque detestara tomar leche.
“¿no te gusta la leche? Con razón tan pequeño”
“eso no es bueno Alex, tienes que fortalecer tus huesos los auto mail hacen que sea más difícil moverse”
Edward de pronto se encontraba siendo regañado por John y el jefe, ni siquiera entendía como exactamente ellos sabían de sus auto mail.
“la leche es asquerosa, es tomar fluidos que ni siquiera son humanos como puede gustarles eso”
Edward hacia una cara de asco mientras todos los demás se reían ante esa respuesta.
“¿me dejas ver tus auto mail? Estaba pensando cambiar los míos por otro tipo de aleación”
“¿también tiene auto mail jefe?”
“si son mis piernas, ¿me dejas?”
“claro…”
Edward se deshizo de su chaqueta y guantes, dejando a la vista el reluciente auto mail de acero en su brazo derecho.
“que diseño tan complicado, el que hizo esto en verdad estaba poniendo mucho empeño en el; no parece tener puntos débiles o ser incomodo, ¿de que esta hecho?”
“es cien por ciento acero inoxidable mi mecánica es una loca perfeccionista dice que mis auto mail son su más grandiosa creación si les pasa algo o se corroen estoy seguro de que me matara”
“cien por ciento acero… con razón eres tan pesado. No creo poder soportar el peso de dos auto mail de acero, pero pareciera que lo haces muy fácil ¿los tienes desde hace mucho?”
“si… aunque no puedo nadar ese es un inconveniente si cayera al agua moriría siendo arrastrado al fondo por su peso”
“los míos son de titanio, resistentes maleables y no pesan casi nada aunque necesitan más cuidados.”
“esos no funcionarían para mí los rompería muy fácil soy muy inquieto”
“haha eso pude notar Alex, a todo esto sigo sin saber… ¿Por qué estaban peleando ayer? Claude me dijo que tu empezaste y que él ni siquiera sabía el por qué, no es bueno que las parejas peleen así.”
“como podría saberlo es un idiota ni siquiera se dio cuenta por qué me enojé”
“oh, Claude… eres un perro malo”
El jefe se estaba divirtiendo Mustang solo lanzaba miradas asesinas a Ed mientras él seguía explicando.
“¿y que hice entonces pulga?”
“¡¿a quién llamas bacteria? bastardo!”
“ya ya… sigue Alex quiero saber”
“estaba…”
“¿estaba…? Dime Alex soy muy curioso me estas matando”
“viendo a una mujer en minifalda…”
Edward respondió muy bajo casi avergonzado, no pudo pensar en una excusa mejor solo dijo lo que el coronel generalmente hace; Mustang dio un sorbo a su café sin decir ni una palabra, reconocía que hacia eso a menudo pero al ser momentáneamente la pareja de Ed tal acción no estaba bien. Aunque de todas las excusas que Ed pudo haber pensado un ataque de celos pudo ser la más vergonzosa aun así la más convincente.
“hahahahahaha sí que tenías una razón válida Alex estoy de tu lado. Claude no deberías hacer eso mira que los golpes de un auto mail duelen bastante”
“estoy al tanto de eso y no estaba viendo a nadie”
“si lo hacías viejo pervertido”
“ustedes dos son muy divertidos, amor tsundere no hay nada más lindo que eso verdad que si John”
“si, aunque es muy problemático”
“bien bien, a comer todos tendremos un día muy ocupado”

De alguna manera todo funcionaba, no habían sido descubiertos y tampoco tenían que actuar melosos como en un principio Edward temió; tenían que apurarse y tratar de conseguir cuantas pruebas pudieran.